El patrocinio de la industria en ensayos de fármacos y dispositivos muestra parcialidad
¿Es posible que un fabricante de medicamentos o productos sanitarios realice un estudio sobre la eficacia de su producto sin mostrar parcialidad? Piense en un estudio para comparar tres medicamentos de marcas diferentes que se utilizan para el tratamiento de una enfermedad. Si la empresa A patrocina el ensayo del fármaco, ¿habrá sesgos que demuestren que el fármaco A es más eficaz?
Los sesgos en los ensayos clínicos pueden ser muy perjudiciales. Se invierte mucho dinero en la investigación y el desarrollo de nuevos medicamentos y productos sanitarios. Cuando el producto llega a la fase de ensayo clínico, mucho depende de los resultados. Si un medicamento no demuestra ser más eficaz que otros productos del mercado, habrá que invertir más dinero y tiempo para obtener beneficios. Cuando una empresa antepone los beneficios a sus clientes, ocurren cosas malas. Los productos destinados a mejorar la calidad de vida pueden tener el efecto contrario al causar lesiones graves o la muerte.
El Washington Post informó recientemente sobre la presencia de sesgos en los ensayos clínicos financiados por la industria farmacéutica. El artículo señalaba que, en algunos casos, estos estudios financiados por la industria se publicaron en revistas médicas de prestigio, como el New England Journal of Medicine. Lo más probable es que los lectores den por sentado que los estudios que aparecen en estas revistas son independientes y reflejan resultados estadísticamente válidos. Sin embargo, el ejemplo del artículo trata de un estudio en el que los 11 autores del mismo recibieron dinero del fabricante del medicamento. Algunos eran expertos académicos que recibían subvenciones u honorarios como consultores, y otros eran empleados que poseían acciones de la empresa. El estudio indicaba que el fármaco vendido por el fabricante que patrocinaba el estudio era el que mejor funcionaba en comparación con otros fármacos del mercado. El fármaco en cuestión era Avandia. Más tarde se determinó que este fármaco aumentaba el riesgo de infarto en los pacientes. Otros datos sugieren que Avandia contribuyó a más de 80.000 infartos y muertes.
El grupo Cochrane, líder en investigación primaria para el sector sanitario, determinó anteriormente que los ensayos de medicamentos patrocinados por la industria farmacéutica mostraban un sesgo a favor del producto de un fabricante. Estos investigadores llevaron a cabo recientemente un análisis de estudios sobre dispositivos médicos para determinar si el mismo sesgo presente en los ensayos clínicos de fármacos también aparecía en estos ensayos. No es de extrañar que se observara el mismo sesgo.
La clave para los consumidores es ser sus propios defensores sanitarios. Cuando un médico o profesional sanitario prescribe un tratamiento, los consumidores deben informarse. Pida a su médico material adicional que explique lo que el medicamento o producto sanitario puede hacer en el tratamiento de su problema médico. Si dispone de la información necesaria, podrá tomar una decisión informada sobre su atención médica.
Las personas que hayan sufrido lesiones por medicamentos peligrosos o dispositivos médicos defectuosos deben ponerse en contacto con un abogado especializado en responsabilidad civil por productos defectuosos/lesiones personales para hablar de sus derechos y opciones legales para obtener una indemnización por sus lesiones. Mi práctica se centra en estos asuntos. He ayudado a personas que han sufrido lesiones personales graves a litigar reclamaciones contra fabricantes de medicamentos y dispositivos médicos.