Una investigación revela que la Iglesia Presbiteriana Reformada Immanuel fue negligente a la hora de denunciar abusos sexuales
*** 12 de enero de 2022 ACTUALIZACIÓN ***
El pastor Jared Olivetti ha sido puesto en excedencia a la espera de los resultados de un juicio eclesiástico relacionado con las acusaciones de que el pastor manejó mal la respuesta de la iglesia a las denuncias de abuso sexual, según informes de los medios de comunicación.
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El periódico Indianapolis Star investigó una serie de denuncias de abusos sexuales en el seno de la Iglesia Presbiteriana Reformada Immanuel de West Lafayette, Indiana, perpetrados por un adolescente que, según se reveló, era pariente del pastor principal de la iglesia. Las acusaciones iniciales de abuso sexual que involucran a este niño fueron llevadas al pastor Jared Olivetti en octubre de 2019. Sin embargo, Olivetti no se recusó tras recibir este informe, sino que se descubrió que había interferido en la investigación. Los documentos y una grabación de audio muestran que Olivetti incluso dijo descaradamente al pastor de otra iglesia cercana que las acusaciones de abusos sexuales no se comunicarían a las autoridades superiores de la iglesia. Los periodistas recopilaron un total de al menos 15 informes separados de abuso sexual de jóvenes de la iglesia a manos del adolescente entre octubre de 2019 y enero de 2021.
Los retrasos en la denuncia de los abusos sexuales a las fuerzas de seguridad y en la comunicación a los feligreses de la iglesia han dejado a los niños desprotegidos. En este momento, Olivetti y los ancianos de la iglesia implicados en la denuncia tardía de los abusos son objeto de una segunda investigación eclesiástica. No se han presentado cargos penales contra el pastor Olivetti, que sigue presidiendo la iglesia en estos momentos. Por desgracia, vemos este tipo de mal comportamiento de forma regular en una multitud de iglesias de todas las denominaciones..
Los abusos sexuales perpetrados por clérigos y asesores de confianza dentro de la comunidad eclesiástica pueden darse en cualquier confesión. La vergüenza, el miedo y la culpa, mezclados con la religión, pueden ser una potente fuerza que intimide e impida a los supervivientes hablar sobre los abusos sexuales. Es importante animar a los supervivientes a denunciar los abusos para que puedan recibir ayuda para superar el trauma que a menudo sufren.
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