Los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) afirman que NO existe un nivel seguro de plomo en sangre para los niños. Incluso los niveles más bajos de plomo en la sangre pueden afectar al coeficiente intelectual de un niño, rendimiento académico y otras características del comportamiento. La intoxicación por plomo puede tratarse, pero los daños causados no pueden revertirse.
En 2012, los CDC actualizaron su recomendación sobre los niveles de plomo en sangre de los niños a 5 microgramos por decilitro como indicador de que un niño está en grave riesgo de sufrir problemas de salud como consecuencia de la exposición al plomo. Se trata de una reducción con respecto al umbral anterior de 10 microgramos por decilitro. Esta información se basa en las pruebas realizadas a niños de 1 a 5 años que se encuentran en el percentil más alto cuando se les analiza la presencia de plomo en la sangre.
Los niños con un nivel de plomo en sangre igual o superior a 45 microgramos por decilitro deben someterse a una terapia de quelación, según los CDC. La terapia de quelación es un tratamiento que elimina los metales pesados del torrente sanguíneo. Se inyecta en las venas una solución llamada EDTA (ácido etilendiaminotetraacético) que se une a minerales como el plomo, el mercurio, el cobre, el hierro, el arsénico, el aluminio y el calcio y los elimina del organismo.
A continuación se enumeran algunos síntomas que puede presentar su hijo en caso de intoxicación por plomo; no obstante, es necesario realizar un análisis de sangre para determinar el grado de exposición y un tratamiento médico.
- Problemas de comportamiento
- Dificultades de aprendizaje a corto y largo plazo
- Coeficiente intelectual bajo
- Pérdida de habilidades de desarrollo
- Dolores de cabeza
- Comportamiento agresivo
- Irritabilidad
- Fatiga
- Hipertensión arterial
- Problemas de sueño
Algunos síntomas graves que requerirían una respuesta de emergencia son:
- Vómitos
- Dolor abdominal intenso y calambres
- Debilidad muscular
- Convulsiones