La industria de programas informáticos mueve miles de millones de dólares. La mayoría de los ordenadores que se venden hoy en día, ya sean para uso profesional o personal, incluyen un sistema operativo básico junto con unos cuantos programas. Los consumidores suelen adquirir software adicional para personalizar sus máquinas según sus necesidades empresariales o personales. Este software suele estar disponible a través de un disco descargable o mediante un servicio de suscripción. El sector del software como servicio (SaaS) ha ido ganando popularidad porque ofrece actualizaciones periódicas a los suscriptores, lo que garantiza que los usuarios siempre dispongan de tecnología actualizada. El auge de los servicios por suscripción ha coincidido con el de la tecnología de renovación automática.
Los paquetes de seguridad informática son un producto SaaS muy popular. De hecho, el término seguridad como servicio se utiliza a menudo para el subconjunto de software que pertenece a los servicios de suscripción de software antivirus, antimalware y antispam. Algunos proveedores habituales de seguridad como servicio son McAfee, Cisco, Bitdefender, Trend Micro, Symantec y Kaspersky.
¿Fácil renovación automática?
Una tendencia que ha interesado a los consumidores es la opción de “renovación automática” que incorporan muchos productos SaaS. Muchas de estas empresas, como McAfee, comercializan la renovación automática como una forma sencilla de que los consumidores mantengan activado su servicio y se les cobre el mismo precio que si renovaran manualmente su suscripción. Sin embargo, los foros de atención al cliente en línea y las quejas presentadas ante la Better Business Bureau sugieren algo diferente.
Una de las principales quejas sobre las renovaciones automáticas de las suscripciones es que muchos consumidores no se dieron cuenta de que estaban inscritos en este servicio. Empresas como Bitdefender, por defecto, configuran las suscripciones de los nuevos clientes para que se renueven automáticamente con cargo a la tarjeta de crédito que el cliente tenga registrada. Muchos de estos clientes no saben que el servicio se ha activado. En cambio, al final de su suscripción, a menudo encuentran un nuevo cargo en su tarjeta de crédito por el nuevo plazo.
Además de no darse cuenta de que su cuenta está programada para renovarse automáticamente, a muchos clientes se les ha cobrado una tarifa superior a la que se cobra a los clientes de renovación manual y a los nuevos compradores.
Justicia para los consumidores
Se han presentado demandas colectivas contra algunas de estas empresas de software por prácticas comerciales engañosas. Este tipo de demandas suelen ser el medio más eficaz para que un grupo de víctimas se una y haga oír su voz colectiva contra las grandes empresas. Puede encontrar más información sobre investigaciones de esta naturaleza aquí.
por: Lynn A. Toops, Abogada